Arte con LSD
Publicado Noviembre 19, 2018
El arte psicodélico y con LSD no es solamente alucinante de contemplar. Puede tener éxito comercial en las manos adecuadas. Y con la ayuda de profesionales de la salud mental, también aporta profundos beneficios terapéuticos para el individuo.
Arte con LSD
El arte con LSD es un término muy amplio que, al igual que el arte en general, puede incluir arte visual, arte escrito, arte musical, arte escénico, etc. El arte psicodélico y con LSD engloba todos los estilos.
Las sustancias psicodélicas desencadenan inevitablemente un torrente de efectos visuales y auditivos. Una mayor creatividad, conocimientos profundos, experiencias intensas y a veces aterradoras, una percepción acentuada de los colores, geometrías imposibles, y formas cambiantes, son algunos de los efectos que se pueden experimentar bajo su influencia.
DEL DÍA DE LA BICICLETA A LOS PSICODÉLICOS DE LOS AÑOS 60
Desde que en 1938 Albert Hofmann sintetizara por primera vez el LSD en los Laboratorios Sandoz, estas vivencias, ya sean agradables, espantosas o simplemente confusas, se han abierto camino en el arte - aunque no siempre de forma reconocida. Existen muy pocos testimonios de artistas en relación a si sus trabajos han sido o no influenciados por el LSD, aunque algunos admiten abiertamente que su inspiración proviene del mundo psicodélico.
En esencia, el arte psicodélico es la descripción de una estética directamente influenciada por sustancias psicodélicas. El impacto visual que la cultura psicodélica de los 60 y 70 tuvo sobre el arte, se sigue percibiendo en las obras contemporáneas. Y aún más en el arte digital, con su infinita maleabilidad y posibilidad de acceder a nuevos espectros de colores. El libro de David S. Rubin, Psychedelic: Optical and Visionary Art Since the 1960s, trata en profundidad este tema.
VANGUARDISTAS VALIENTES E INTERESANTES
Entre los artistas que reconocen abiertamente que el LSD y otros psicodélicos han influido e inspirado de forma directa su obra, se encuentra Henri Michaux. A este artista visual de origen francés nacido en Bélgica, ya se le consideraba un pionero del arte psicodélico en la década de los 60. Su trabajo más famoso, Miserable milagro, publicado en 1956, incluye escritos y dibujos concebidos bajo la influencia de la mescalina. El historiador de arte danés Lars Bang Larsen describe la obra de Michaux como "paisajes crudos, sísmicos y palpitantes".
El mismo año que se publicó Miserable milagro, el psiquiatra Humphrey Osmond acuñó el término "psicodélico", durante su correspondencia con el autor Aldous Huxley, cuyo libro, Las puertas de la percepción había sido publicado dos años antes que Miserable milagro. Aun así, esto hace de Michaux un artista protopsicodélico mucho antes de que la palabra "psicodélico" se convirtiera en consigna de la contracultura de los 60.
ARTE PSICODÉLICO Y CON LSD
A mediados/finales de los años 60, el arte psicodélico empezó a ser reconocido como una expresión artística por derecho propio. Isaac Abrams fue uno de los primeros defensores del estilo psicodélico. Durante una sesión de LSD con el psicólogo Stanley Krippner, las experiencias visuales de Abrams le inspiraron el aspecto que debería tener el arte psicodélico. Tomemos como ejemplo su obra de 1968 Cosmoerotica, llena de motivos oceánicos, cósmicos y microscópicos. Hasta el día de hoy, permanece fiel a las visiones originales de su trabajo.
ARTISTAS VISIONARIOS
El arte psicodélico también se denomina "arte visionario". Varios artistas visionarios sostienen que sus experiencias psicodélicas han inspirado sus obras. El artista visionario Laurence Caruana trata este tema en gran detalle en su libro First Draft of Manifesto of Visionary Art. Caruana habla largo y tendido sobre los psicodélicos y su importancia para el proceso artístico.
Los artistas psicodélicos más conocidos de la era digital son probablemente Alex y Allyson Grey. Alex es un pintor muy prolífico cuya obra se ha utilizado en numerosas portadas de álbumes de música, especialmente de la banda Tool. Su libro de 1990, Espejos sagrados: El arte Visionario de Alex Grey, se ha traducido a varios idiomas, y aún se sigue imprimiendo en la actualidad.
A mediados de los 70, Alex experimentó con el LSD junto a su futura esposa Allyson. Esta importante experiencia fue un momento crucial en su carrera como artista. Tras interesarse por el estudio de la conciencia, comenzó a hacer dibujos de lo que había visto. La experiencia de Allyson fue igual de profunda, y en su página web Allysongray.com comenta que "se convertiría en el tema central de nuestro arte para toda la vida". Godself de Alex y Language of Light de Allyson, son dos representaciones de sus visiones. Más recientemente, están completando el edificio Entheon, donde exhibirán gran parte de sus obras.
TAMBIÉN SE NECESITA TALENTO
El arte psicodélico implica talento además de visión. Los increíbles detalles microscópicos integrados en la visión macroscópica, combinados con la esclusiva habilidad de crear formas mutantes en un medio estático, requieren de un talento artístico especial.
Tal y como atestigua Laurence Caruana, "Para que una obra de arte induzca visiones, es necesaria una representación lo más precisa posible. Líneas finas, transiciones graduales, detalles infinitos - no hay límites en el sufrimiento y la paciencia necesarios para procesar con éxito una visión en forma de arte".
Dicho esto, es muy dudoso que muchos artistas lleven a cabo su arte bajo la influencia de las drogas psicodélicas. Lo más probable es que se trate de representaciones de sus visiones y recuerdos que persisten después del viaje.
El cartelista de San Francisco, Victor Moscoso, lo dice de una forma más elocuente en una entrevista de 2002: "La gente me pregunta: "¿dibujas puesto?". ¿Dibujar puesto? Sería como dibujar mientras te caes por las escaleras. ¿Estás de broma? Mientras mueres y vuelves a nacer, mientras comprendes la estructura molecular de tu cuerpo y del cosmos al mismo tiempo. Dibujar entonces sería absurdo. ¡No se puede! Lo que dibujes no se parecerá a nada de lo que veas o percibas".
A VECES EL ARTE NO ES ARTE
Con este axioma en mente, el arte psicodélico tiene una temática que lo unifica, independientemente de quién lo produzca. Sin embargo, incluso cuando las intenciones son sinceras y están inspiradas por la experiencia, los resultados pueden ser fracasos épicos si son ejecutados por personas sin experiencia. Aunque se han llevado a cabo experimentos interesantes de autopercepción mientras los artistas se encontraban bajo la influencia del LSD.
ARTE CON LSD EN LA CLÍNICA
El arte con LSD se utiliza como herramienta terapéutica en entornos psicológicos experimentales. El Dr. Oscar Janiger fue uno de los primeros que se interesaron por la relación entre los psicodélicos y la creatividad. Observó que los cuadros producidos bajo la influencia del LSD "poseían algunos de los atributos de lo que parecía un trabajo hecho por esquizofrénicos". Janiger planteó la hipótesis de que los artistas profesionales que toman LSD pueden "montar en su Pegaso creativo" y "mantener cierto equilibrio mientras cabalgan por el borde". Acuñó el término "esquizofrenia en seco", que es cuando un artista puede controlar su entorno y estar loco al mismo tiempo.
El artista bipolar Frank Murdoch se sometió a una terapia de arte con LSD en un esfuerzo por curar su alcoholismo en estado avanzado. Durante varios meses, el Dr. Janiger le administró dosis controladas de LSD. Tras lo cual, le hizo dibujar bodegones tanto sobrio como bajo los efectos de la droga.
Este y otros estudios similares de la década de los 60 con más de 500 pacientes, han sido reanalizados recientemente utilizando técnicas modernas. Un estudio publicado en The Journal of Psychopharmacology afirma que el LSD como método para tratar el alcoholismo es "de lo mejor que tenemos".
El estudio, realizado en la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología, comprobó que al administrar una dosis única de LSD, de entre 210 y 800 microgramos, se produjo un "efecto beneficioso importante" en el control del abuso del alcohol, que duró al menos seis meses.
LA EXPERIENCIA ES LO QUE IMPORTA
El arte con LSD puede ser sumamente evocador si está bien hecho. Ser capaz de expresar emociones por medio de cualquier forma de arte es un talento inusual. Pero incluso los artistas sin experiencia pueden producir obras de calidad que representen sus visiones psicodélicas. Quienes no son capaces de producir buen arte durante un viaje psicodélico obtienen una experiencia igual de profunda. Lo que importa es la propia experiencia, cuya temática es compartida por cualquier psiconauta independientemente de sus habilidades artísticas.