¿En qué se diferencian el LSA y el LSD?
Publicado
Febrero 12, 2018
Categorías
Investigación
El LSD y el LSA comparten un precursor común, pero difieren en la forma en que actúan como psicodélicos. Cada uno se comporta de forma distinta en el cerebro humano y sus efectos pueden variar en cada persona. ¿Qué diferencias hay entre estas dos sustancias tan conocidas?
LSD Y LSA: DÓNDE ESTÁN LAS DIFERENCIAS
LSD y LSA son dos expresiones distintas del compuesto precursor del ácido lisérgico. El ácido lisérgico, ácido d-lisérgico o D-lisérgico, es un alcaloide tipo ergolina producido por el hongo cornezuelo del centeno y varias especies de enredaderas de bosque. Mientras que el LSD es un líquido claro sintetizado a partir del cornezuelo del centeno, el LSA se suele ingerir en forma de semillas.
Ambos compuestos afectan al sistema serotoninérgico del cerebro. La serotonina, o 5-HT, es un neurotransmisor responsable de muchos procesos del pensamiento y la interpretación de la visión. Los compuestos del tipo del ácido lisérgico causan cambios en el pensamiento y en la forma en que el cerebro procesa la información. El hipocampo (emociones) y la corteza visual resultan especialmente afectados, experimentando una extensa conectividad cruzada en regiones por lo general inconexas. En lenguaje llano, estamos hablando de "un viaje".
LSA
El LSA, o amida de ácido d-lisérgico (ergina), es un alcaloide procedente de una serie de especies de enredaderas tropicales y algunos hongos. Por lo general, se obtiene de las semillas de rosa lisérgica hawaiana o gloria de la mañana. Estas semillas se pueden mascar e ingerir directamente, o preparar como extractos. Se considera que la dosis media efectiva es 500μg. Numerosas culturas precolombinas han utilizado durante miles de años plantas que contienen LSA en rituales y como guías espirituales. Estas plantas sagradas fueron redescubiertas en 1941, cuando Richard Schultes describió el consumo de gloria de la mañana entre los indígenas mexicanos.
Aunque pueden variar dependiendo de cada persona, los efectos del LSA suelen ser una sedación leve, sutiles alucinaciones visuales y una experiencia psicodélica única. Los efectos secundarios del LSA son náuseas, dolores de cabeza y gases; aunque estos se atribuyen en gran medida al resto de alcaloides y compuestos presentes en las semillas. No te excedas con el consumo de semillas, ya que pueden provocarte un gran malestar. Las extracciones A/B o polares de LSA causan muchas menos náuseas.
El LSA no está regulado.
LSD
El LSD, o dietilamida de ácido lisérgico, es un alcaloide sintetizado a partir de la ergotamina del cornezuelo del centeno. Para bien o para mal, este "ácido" ya tiene su lugar en la historia contemporánea. Ha influido en un movimiento cultural que comenzó en 1938, alcanzó su punto álgido en los hippies 60, y volvió a resurgir a finales de los 80 y principios de los 90. En la actualidad, sigue siendo apreciado por millones de personas que lo consumen con fines recreativos o para experimentar viajes chamánicos.
El LSD es un potente alucinógeno que transforma el cerebro de forma física. Proporciona una experiencia nítida y llena de alucinaciones, que suelen ser alucinaciones sensoriales completas, así como alteraciones de la percepción de la realidad acompañadas de emociones intensificadas. El LSD no tiene efectos secundarios físicos, pero existe el riesgo de que el consumidor padezca tensiones psicológicas como ansiedad, o en el peor de los casos, psicosis.
El LSD es ilegal.
LAS DOS CARAS DE LA MISMA MONEDA
No hay forma de evitar un viaje con LSD. Una vez que se ha apoderado de ti, te espera una intensa aventura psicodélica que dependerá de la dosis. Las alucinaciones visuales pueden ser muy profundas, y es posible que experimentes una completa disociación de la realidad, aunque temporal. El LSA puede ser más elusivo y tiene más efectos secundarios físicos cuando se consume en forma de semilla. Si se toma en el entorno y ambiente adecuados, algunas personas afirman que induce un viaje tan intenso como el LSD, pero sin la sinestesia. A otros no les afecta el LSA, aparte de la sedación casi anestesiante y un sueño inquieto con malestar estomacal. Esto se debe al misterioso sistema serotoninérgico y a cómo varía de un individuo a otro.
Pero en general, ambas drogas proporcionan intensidad emocional y espiritual, y el LSD induce muchas más alucinaciones visuales y sinestesia. Tú también puedes ser una diferencia fundamental. Cada droga induce efectos diferentes en distintas personas. A algunos no les gusta el LSA, porque, según ellos, las náuseas, el vértigo, la falta de visiones y la sedación no merecen la pena. Otros argumentan lo contrario, y afirman experimentar intensos efectos visuales con muy poca sedación, y una experiencia parecida a la del LSD.