Especial: Albert Hofmann

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Especial: Albert Hofmann

Albert Hofmann (el padre del LSD) era un químico suizo muy conocido por sus descubrimientos en el mundo de los alucinógenos.

Albert Hofmann es especialmente conocido por haber descubierto el LSD (la dietilamida del ácido lisérgico), pero también fue la primera persona en aislar los compuestos activos de las setas psicodélicas, a los que denominó psilocina y psilocibina. En total, escribió gran cantidad de libros y publicó más de 100 artículos sobre sus descubrimientos del LSD. En el 2007 fue nombrado como uno de los 100 genios vivos más importantes, simplemente por hacer lo que siempre sintió como su vocación. "No elegí el LSD", dijo Hofmann. "El LSD me encontró y me llamó".

 

LA VIDA DE ALBERT HOFMANN

Hofmann era el primogénito de una familia de bajos ingresos de Baden, Suiza. A pesar de la limitación financiera de su familia cercana, su padrino estaba dispuesto a pagarle sus estudios universitarios. Con tan solo 20 años, Hofmann se matriculó en la Universidad de Zúrich y empezó a estudiar para obtener su licenciatura en química, que finalizó 3 años más tarde en 1929. Su principal interés fue la química de animales y plantas, y obtuvo su doctorado gracias a su tesis sobre la sustancia animal común llamada quinina. 

Siguió con su empeño y trabajó como químico toda su vida. "Esta decisión [de carrera profesional] no fue fácil para mí. Ya había hecho un examen para matricularme en latín, por lo que una carrera en humanidades parecía lo más probable", dijo Hofmann en una Conferencia de un Mundo de Consciencia en Alemania. "Además, hacer una carrera artística era algo tentador. Pero, al final, lo que me llevó a estudiar química fue una cuestión de conocimiento teórico, lo que fue una gran sorpresa para todos los que me conocían. Las experiencias místicas durante mi infancia, en que la naturaleza se alteraba de forma mágica, me llevaron a hacerme preguntas sobre la esencia del mundo exterior y material, y la química era el campo científico que podría ofrecer conocimientos sobre ello", continuó.

 

LAS APORTACIONES DE HOFMANN

Hofmann empezó a trabajar en los Laboratorios Sandoz en la década de 1930, donde comenzó a estudiar la química del cornezuelo - un hongo que crece en la cebada, el centeno y otras plantas. Durante sus investigaciones, Hofmann identificó el ácido lisérgico como el principal compuesto activo. Sintetizó su primer lote de LSD en 1938, mientras estudiaba los derivados del ácido lisérgico.

Lo llamó LSD-25, y su intención era usarlo como estimulante para los sistemas respiratorios y circulatorios más lentos. Sin embargo, cuando los estudios preliminares mostraron su ineficacia, el LSD-25 quedó olvidado en un estante durante unos años. En 1943, Hofmann se dio cuenta de que el LSD podría tener algunas propiedades únicas, así que retomó su trabajo y sintetizó un nuevo lote. Mientras trabajaba en este nuevo lote, escribió una carta muy peculiar a su supervisor. “Me vi forzado a interrumpir mi trabajo en el laboratorio a media tarde e irme a casa, al estar afectado por una agitación considerable, combinada con un ligero mareo”, escribió Hofmann. “En casa, me tumbé, sumergiéndome en un estado similar a la embriaguez, no desagradable, caracterizado por una imaginación extremadamente estimulada. En un estado de ensueño, percibí una oleada ininterrumpida de dibujos fantásticos y formas extraordinarias, con un juego de colores intensos y caleidoscópicos. Pasadas unas dos horas, este estado se desvaneció”.

Antes de que se ilegalizara en la mayoría de países, el LSD se consideraba el tratamiento ideal para la esquizofrenia. La CIA (Agencia Central de Inteligencia de los EE.UU.) también estaba investigando el LSD como una posible droga de control mental, y el gobierno británico lo proclamó como una “droga de la verdad”, que provocaba que quienes estuvieran bajo su influencia fueran inconscientemente sinceros.

 

EL IMPACTO DE HOFMANN

Durante el resto de su vida, Hofmann siguió tomando dosis pequeñas de LSD con regularidad. Él lo llamaba una "droga sagrada" y "medicina para el alma". Hofmann creía que podría servir como una herramienta de meditación para experimentar un nivel de conciencia mucho más profundo. En una entrevista, antes de cumplir los 100 años, mostró su frustración ante el hecho de que estuviera prohibido en todo el mundo. “Durante diez años, fue utilizado con mucho éxito en el psicoanálisis", comentó. "La contracultura de los años 60 hizo mal uso de ello, y después fue criticado injustamente por la clase política del momento". Hizo hincapié en que solo debería consumirse en dosis pequeñas, debido a sus potentes efectos psicodélicos.

En diciembre de 2007, el gobierno suizo autorizó al psicoterapeuta Peter Gasser a realizar experimentos con LSD en sus pacientes de terapia, que además padecían cáncer terminal o se encontraban en un estado avanzado de otras enfermedades. Sus descubrimientos reflejan los de Hofmann, y es el primer estudio realizado con humanos en los últimos 35 años. La Asociación Multidisciplinar de Estudios Psicodélicos (MAPS) continuó los estudios de Hofmann sobre el LSD, y posteriormente los de Gasser.

Albert Hofmann murió de un ataque al corazón en su casa en Suiza, en 2008. Tenía 102 años, y estaba rodeado de sus 4 hijos y de varios nietos y bisnietos.