Historia De Los Hongos Alucinógenos

Los hongos alucinógenos (un término que antiguamente se usaba para infundir miedo en la población occidental) están experimentando un resurgimiento, y la gente se está dando cuenta de que no solo no son malos, sino que pueden ser maravillosos. Te acompañamos en este breve viaje al mundo de los hongos psilocibios y nuestra larga relación con ellos.

Aunque seguramente no lo estudiaste en el colegio, la historia de la humanidad está repleta de drogas. Desde el consumo de opio en la antigüedad hasta las metanfetaminas que tomaba Hitler, no son pocos los sacerdotes, emperadores, tiranos y gente corriente que han disfrutado de sustancias que alteran la mente.

La droga con, posiblemente, la historia de consumo humano más larga documentada es la psilocibina, el compuesto psicoactivo de los hongos alucinógenos. Esta sustancia no tiene solamente la historia más antigua, sino también una de las más extendidas.

Setas alucinógenas es un término muy amplio que hace referencia a cualquier hongo del género Psilocybe, que está compuesto por más de 200 especies conocidas. ¿Qué tienen en común todos estos hongos? Que contienen psilocibina. Debido a la gran cantidad de especies y a su diversidad, los hongos mágicos se pueden encontrar en muchos lugares del mundo, por lo que es lógico que tengan una relación tan larga con la humanidad.

¿CUÁNDO EMPEZAMOS LOS HUMANOS A CONSUMIR HONGOS ALUCINÓGENOS?

El primer registro de la historia del consumo de hongos psilocibios data de alrededor del año 7000 a.C., y se encuentra en unas obras de arte rupestre halladas en el yacimiento arqueológico Tin-Tazarift de Tassili, en Argelia. Estas imágenes representan varias figuras humanoides que sostienen hongos, y la principal de ellas es una especie de criatura con cabeza de abeja cuyas manos están llenas de setas. Esto no es una prueba definitiva de que quienes realizaron estas pinturas tomaban hongos alucinógenos, pero dado que el consumo de setas mágicas ha estado tan extendido a lo largo de la historia, es muy probable que fuera así.

Aunque esta es la prueba documentada más antigua del consumo humano de hongos psicodélicos, podemos deducir que se llevan consumiendo mucho más tiempo del que parecen indicar estas pinturas. De hecho, Terence McKenna planteó la hipótesis de que el desarrollo de la conciencia humana fue posible gracias al consumo de estos hongos. Una idea en la que profundizaremos más adelante.

Además de remontarse muy atrás en el tiempo, el consumo de hongos psilocibios parece tener una distribución geográfica bastante amplia. De hecho, es posible que se tomaran en todas las regiones en las crecían. Gran parte de las imágenes religiosas del sur y el este asiático parecen estar influenciadas por las setas, se cree que los vikingos tomaban Amanita muscaria antes de las batallas (aunque no es un hongo psilocibio), los druidas de la Europa céltica consumían hongos de San Juan (Psilocybe semilanceata), etc.

Las zonas que mejor han documentado el consumo de hongos alucinógenos y otra flora psicodélica (e incluso fauna) son Sudamérica y América Central, donde todavía se siguen consumiendo.

HISTORIA DE LAS SETAS MÁGICAS EN AMÉRICA

La palabra "Teonanácatl" del náhuatl (la lengua de los aztecas) se traduce literalmente como “dios hongo”, y no es un nombre que se haya dado a la ligera. Se cree que los aztecas, junto con otras civilizaciones de América Central y del Sur, rendían culto a los hongos alucinógenos. Esta idea está respaldada por una gran cantidad de iconografía y esculturas aztecas que representan seres con cabeza de hongo, de los que se cree que son deidades.

Los primeros invasores españoles fueron testigos (y a veces participaron) de estas ceremonias con setas. Al parecer, se trataban de rituales reservados principalmente para las clases altas de la sociedad azteca, ya que era muy difícil conseguir grandes cantidades de estos hongos.

Pero no pienses que porque tomaban setas, estos pueblos eran perfectos y maravillosos. Según un informe, durante la coronación de un nuevo emperador se sacrificaron varios prisioneros, y después de extraerles el corazón y comer su carne, todos los asistentes consumieron hongos. Como mínimo, debieron experimentar un viaje descomunal.

Los aztecas no fueron la única civilización indígena de esta parte del mundo que consumía hongos psilocibios con frecuencia, aunque probablemente sea la más conocida. Y las setas alucinógenas tampoco eran los únicos psicodélicos que tomaban. Es posible que una sustancia aún más famosa sea la ayahuasca, un brebaje místico a base de DMT que algunos pueblos consumían para comunicarse con el mundo de los espíritus.

HONGOS PSILOCIBIOS COMO MEDICINA PSICODÉLICA

Sin duda, estas culturas utilizaban los hongos alucinógenos como una forma de medicina psicodélica. Sin embargo, es importante aclarar lo que entendemos por medicina en este contexto. Es muy probable que las prácticas espirituales, religiosas y terapéuticas de estos pueblos estuvieran mucho más interrelacionadas de lo que lo están en la cultura occidental moderna.

No está muy claro que consumieran las setas con el sentido que le damos hoy a la palabra "medicinal".

Ahora estamos descubriendo que podría haber existido una relación entre los hongos de psilocibina y la sanación. La ciencia moderna está investigando si la psilocibina podría influir en diversas enfermedades y trastornos mentales (como creían estas civilizaciones).

¿INFLUYERON LAS SETAS ALUCINÓGENAS EN LA EVOLUCIÓN HUMANA?

Terence McKenna, un famoso psiconauta y defensor de todo lo relacionado con la psicodelia, propuso la idea de que los hongos alucinógenos fueron fundamentales para el desarrollo de la conciencia humana. En su libro "Manjar de los dioses" sostiene que, después de que los primates bajaran de los árboles y ocuparan las sabanas, o cuando las zonas boscosas se replegaron y empezaron a ser sustituidas por praderas, los primeros homínidos descubrieron las setas mágicas y empezaron a consumirlas.

Según este etnobotánico, al seguir al ganado itinerante, se toparon de forma constante con el estiércol fresco de estos animales (sobre el que crecen los hongos Psilocybe cubensis). McKenna basa su teoría en una supuesta transformación rápida en seres más sociales y conscientes que tuvo lugar durante un período de tiempo relativamente corto. Dada la velocidad con la que se produjeron estos cambios, cree que es muy probable que se debiera a algo más que la evolución. Y en su opinión, ese algo fueron los hongos.

Es cierto que su teoría del "mono dopado" no es demostrable, pero sí muy convincente. Y si no ocurrió como sugiere McKenna (que es lo más probable), no es nada descabellado pensar que los psicodélicos podrían haber desempeñado un papel importante en el desarrollo cognitivo del ser humano.

HISTORIA MODERNA DE LOS HONGOS PSILOCIBIOS

A pesar de esta larga historia de consumo, los hongos alucinógenos han caído en desgracia en gran parte del mundo. Pero es importante no considerar a todo el planeta desde la perspectiva de la cultura occidental. Aunque en teoría son ilegales, el consumo de setas mágicas sigue siendo una práctica habitual en gran parte del sudeste asiático; y muchas culturas de Sudamérica y América Central continúan tomando hongos psilocibios.

Así que, lo que percibimos como rechazo moderno no es algo global.

Aun así, es lo que ocurre en la mayoría de los países. Los conquistadores católicos asociaron el consumo de hongos con las prácticas paganas y anticristianas de las culturas nativas de América del Sur y, como consecuencia, los prohibieron. Esta prohibición también se impuso de forma generalizada en los imperios europeos, lo que tuvo un impacto enorme en las actitudes hacia nuestros queridos hongos mágicos.

De hecho, en Europa nos hemos distanciado tanto de nuestros ancestros fúngicos, que no empezamos a incluirlos en la literatura científica hasta la década de los 50, cuando Wasson, Heim y Hofmann (que sintetizó el LSD) extrajeron e identificaron la psilocibina y la psilocina de unos ejemplares de cubensis traídos de América del Sur. Este hecho supuso un punto de inflexión para su redescubrimiento en esta parte del mundo.

Lo que es especialmente asombroso, dado que los hongos psilocibios se han consumido en Europa durante miles de años.

LAS SETAS PSICODÉLICAS EN LA ACTUALIDAD

Los hongos psilocibios siguen siendo ilegales en la mayoría de los países, aunque hay algunas excepciones. Las más destacadas son:

• Brasil

• México

• Jamaica

• Camboya

• Países Bajos (más o menos)

En estos países los hongos alucinógenos son legales (en lugar de estar solamente despenalizados); aunque, según el Convenio sobre Sustancias Psicotrópicas de la ONU de 1971, la molécula psilocibina sigue siendo ilegal en muchas naciones. Una muestra del sinsentido de la legislación antidrogas.

En los Países Bajos las setas están prohibidas, pero no los esclerocios que contienen psilocibina (más conocidos como trufas), que se pueden comercializar de forma legal.

Muchas otras naciones están al menos debatiendo sobre la despenalización o legalización de las setas mágicas, que es posible que se aprueben en un futuro no muy lejano. La psilocibina está siendo objeto de muchas investigaciones para combatir problemas como la depresión, los daños cerebrales, el trastorno de estrés postraumático, etc.; y los resultados de estos estudios son los que ayudan a relajar las posturas con respecto a esta sustancia.

Pero la afición de la gente por los hongos alucinógenos no es algo nuevo. Como hemos visto, nuestra pasión por estos insólitos y pequeños frutos se remonta a miles de años. Sin embargo, en occidente las setas psicodélicas se suelen asociar con los hippies, que es con quienes comenzó el idilio moderno con los hongos psilocibios.

LOS HONGOS PSILOCIBIOS Y EL MOVIMIENTO HIPPY

La psilocibina y, en general, las drogas psicodélicas, se hicieron muy populares en la década de los 60. No solo en círculos pequeños dentro del movimiento hippy, sino también en muchos otros ámbitos sociales.

En el mundo académico surgió un gran interés por las capacidades potenciales de estos hongos, y como consecuencia se llevaron a cabo numerosos estudios (no necesariamente metódicos). Tal vez los más famosos fueron los realizados por Timothy Leary y Robert Alpert en Harvard entre 1960 y 1963, hasta que ambos fueron despedidos por malas prácticas.

A parte de eso, el movimiento hippy fue el que mejor personificó y perpetuó el consumo de psicodélicos en esa época; de hecho, consiguió que su popularidad se mantuviera a lo largo de las décadas posteriores e incluso durante la "guerra contra las drogas".

Debido a la ausencia de una legislación adecuada, el consumo de sustancias psicodélicas no estaba restringido en los años 60, y por eso se hicieron tan populares. Sin embargo, con el paso del tiempo, a los gobiernos les empezó a asustar la idea de que la gente alucinara. ¿Por qué? No está muy claro. Aunque los motivos para prohibir ciertas sustancias son bastante obvios (aunque estén equivocados), las razones que se dieron para vetar los psicodélicos fueron erróneas y desinformadas, o simplemente crueles. En cualquier caso, en 1971 las setas mágicas y muchos otros psicodélicos se declararon ilegales en la mayor parte del mundo.

Afortunadamente, los aficionados a la psicodelia que quieran experimentar con setas pueden dar las gracias al libro "Psilocibina: Guía del cultivador de hongos mágicos" por darnos las herramientas para conseguirlos por nuestra cuenta. Este manual pequeño pero esencial sobre el cultivo de hongos psilocibios de O.N. Oeric y O.T. Oss se publicó por primera vez en 1976 y, desde entonces ha sido una fuente de inspiración e información para muchos amantes de las setas.

SETAS MÁGICAS Y LA CIENCIA MODERNA

A pesar de la ilegalidad de los hongos psilocibios, recientemente se han concedido licencias para estudiarlos en muchos países. Desde 1971 hasta hace relativamente poco, hubo una época oscura en la que la investigación (legal) de las drogas ilegales estuvo muy restringida. Pero en estos momentos las cosas están mejorando.

Gran parte de la investigación científica actual está analizando la relación entre la psilocibina y las enfermedades mentales como la depresión, la ansiedad ante la muerte, el TEPT, etc. La buena noticia es que esta sustancia química parece ejercer una fuerte influencia sobre estos trastornos, lo que allana el camino para que se lleven a cabo más estudios y, con un poco de suerte, se relajen más las restricciones.

Pero no todo gira en torno a las enfermedades mentales. La psilocibina, y los psicodélicos en general, se están utilizando para investigar la consciencia humana. Al alterar la forma en la que percibimos el mundo, nuestra relación con él, y a nosotros mismos, los investigadores pueden entender mejor cómo funcionan estos procesos y qué sucede en nuestro cerebro. De hecho, unos científicos de la Universidad de Sussex afirman que los cerebros que se encuentran bajo los efectos de los psicodélicos experimentan un estado de consciencia mucho más elevado que los cerebros sobrios¹. Esto es algo sobre lo que debemos reflexionar.

¿QUÉ LES DEPARA EL FUTURO A LAS SETAS ALUCINÓGENAS?

Los hongos mágicos están experimentando un resurgimiento en Europa y Norteamérica. Una vez más, es importante recordar que hay muchas culturas que nunca han olvidado el poder de los hongos psilocibios, aunque otras sí lo hayan hecho (o casi).

Con la doble ventaja de una investigación científica que demuestre el potencial de la psilocibina y el cambio de actitudes derivado de un consumo más extendido, parece que las cosas están yendo en la dirección correcta; aunque es difícil saber cuánto tiempo tardará este resurgimiento en abrirse camino.